EXPEDIENTE | IMPUNIDAD, EL SELLO DEL GOBIERNO

El caso de la joven estudiante universitaria Susan Saravia Rodríguez, de 22 años, víctima de violación tumultuaria por tres jóvenes vinculados con #Morena y el Gobierno del Estado de #Campeche, fue exhibido profusamente esta semana en redes sociales y medios nacionales e internacionales de información, evidenciando una vez más, la impunidad que prevalece en Campeche, gracias a la indolencia de la gobernadora #LaydaSansores y al proteccionismo y encubrimiento hacia los dos violadores que siguen prófugos.

Susan Saravia nos dio a todos los campechanos y mexicanos una gran lección de valor y entereza esta semana, al subir a sus redes sociales un video en donde plasma sus sentimientos, luego de la brutal agresión de que fue víctima.

Y ella, la directamente afectada, denunció de frente, sin tapujos, sin temor y con mucha valentía, que sus agresores sexuales siguen libres porque “tienen contactos” y los están protegiendo desde las esferas gubernamentales de la #4Transformacion .

En sus redes sociales, Susan señaló: “Yo no quería que esto se hiciera público, no quería que nadie lo supiera, pero fue el único medio por el que pudimos avanzar el caso, ya que mis agresores tienen muchos contactos en la Fiscalía, tienen personas que los encubren. Nuestra única forma de poder alzar la voz fue por medio de redes sociales”.

Aunque el caso es ampliamente conocido, y fue unánimemente repudiado por la sociedad #campechana —y ahora es tema nacional—, vale recordar que la agresión sexual en su contra ocurrió el 30 de marzo pasado, pues luego de ir a un antro, el “after” siguió en un departamento, donde ocurrió la agresión de los tres depravados jovenzuelos.

Susan presentó denuncia en la Fiscalía e identificó a cada uno de sus agresores: a Jeshua Dalai, Ángel de Jesús y Jorge Alberto, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de la #UniversidadAutónomadeCampeche, a quienes ella conocía y era amigo incluso de uno de ellos, por lo que jamás esperó que esos tipos cometieran su aberrante acción.

Los identificó y aportó sus ubicaciones para que fueran citados a declarar y sean severamente sancionados, pero en la Fiscalía tomaron con precaución la denuncia. Aún más, se negaban a aceptar que uno de los implicados realmente hubiera cometido ese hecho. Con total abuso de autoridad, informaron a familiares y éstos trataron de convencer a Elizabeth Rodríguez, mamá de la jovencita, que desistiera de la querella. Que “se arreglaran” de otra forma.

Al no conseguirlo, y sí en cambio, evidenciar que la protección provenía de la propia Fiscalía General, los familiares de los depravados jovenzuelos iniciaron una campaña de desacreditación, difamación y abierta incitación al odio contra Susan. ¿Por qué este hecho no fue jamás mencionado por la gobernadora? ¿Por qué ha permitido que se siga dañando la vida de la joven estudiante? La respuesta es muy simple: porque la protección y el encubrimiento llegaba hasta altos niveles.

“Me juzgan por seguir viviendo, me juzgan como si el hecho de no estar destruida públicamente invalidara lo que viví. Tenemos normalizado que una víctima represente tristeza cuando no es así, una víctima no siempre va a estar triste, una víctima puede representar fuerza, claro, es totalmente válido. Hay días que no me duele, hay días que no me puedo levantar”, externó.

“Yo no salí sola con tres hombres, yo no salí con desconocidos, uno de ellos era mi amigo, yo lo consideraba mi amigo. Confiar en alguien no me hace responsable de lo que me hicieron, no. No fui la primera ni fui la última de estos tres agresores. La lástima no me va a llevar a sanarme, simplemente quiero justicia y quiero que esto acabe”, resaltó.

Valientes palabras de la joven campechana que evidencia el clima de impunidad en que viven por culpa de una gobernadora ex priísta ahora Morenista que de dientes para fuera se ostenta como #feminista, como defensora de las féminas, como “ejemplo” de la lucha por el respeto a la mujer “en la oficina y en la cocina”, pero que, en los hechos, es una farsante que encubre, protege y confiere impunidad a quienes dañan y destrozan la vida de una de aquellas a las que dice hipócritamente defender.

El caso ilustra, sin duda alguna, cómo se imparte la justicia en Campeche, donde tener “contactos” y estar “bien relacionado” con el poder, te otorga permiso para incurrir en los delitos más bajos y a destruir vidas de jóvenes, como Susan, que tuvo la mala suerte de toparse con tres de esos engendros protegidos por la #4Tcampechana.Tribuna Campeche.

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