Comida al gusto… y con guarnición de heces

En algunos barrios en Chetumal la escena es de terror disfrazada de normalidad: vendedores ambulantes que preparan en sus casas antojitos “para el pueblo”, rodeados de montones de heces de perro como si fueran parte del mobiliario y sin las medidas sanitarias. Después, esos mismos alimentos terminan en carritos callejeros, listos para venderse como si nada en la explanada de la Bandera.

El menú es variado: esquites, marquesitas, fritangas y, de paso, un coctel invisible de bacterias y parásitos capaces de provocar desde una diarrea fulminante hasta infecciones graves. Porque, aunque parezca exageración, basta una mota microscópica de excremento para contaminarlo todo. Y no, el “amor con el que cocinan” no mata a la Salmonella.

Aquí no se trata de satanizar al que vende para sobrevivir, sino de señalar la obscena omisión de las autoridades municipales y estatales de salud. ¿De verdad nadie ha visto cómo se preparan esos alimentos? ¿No hay brigadas, inspecciones, reglamentos? O quizá la estrategia sea esperar a que medio vecindario termine en urgencias para, entonces sí, montar la foto oficial con bata blanca y cubrebocas.

En el predio con el numero #170 sobre la calle Vicente Guerrero en la colonia primera legislatura se encuentra un centro donde operan varios vendedores sin las medidas sanitarias, denunciados en múltiples ocasiones ante la COFEPRIS, y en el ayuntamiento de Othón P Blanco, sin embargo ninguna denuncia ha procedido ya que el lugar donde operan es propiedad de memo arellana, colaborador cercano a la alcaldesa Yensunni Martínez y compadre del Regidor Ulises Lara presidente de la COMISIÓN: DE SALUD PÚBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL.

Urge que alguien asuma su trabajo. Comer en la calle no debería equivaler a jugar ruleta rusa bacteriana. Porque la próxima vez que alguien diga “me cayó pesada la cena”, tal vez lo que cayó pesado fue la costra invisible de mierda canina que nadie quiso atender.

De acuerdos a denuncias los olores que emanen de las heces de los animales, la basura acumulada y la escases de agua son insoportables.

Señalan los afectados que algunos de los vendedores ambulantes con agua almacenada por meses y con bacterias son utilizadas para lavar sus productos, en algunas de las fotos se ven heces regadas heces mientras en la olla llena de elotes se alistan para la venta de esquites.

En unos de los carros utilizados para la venta de marquesitas en el día sirve de dormitorio para un pobre perrito que sufre las inclemencias del calor a falta de espacio.

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